Dicen que las perspectivas de la Arqueología y la Antropología deben descolonizarse en sus miradas hacia el pasado, lo que es muy cierto. Y existe un gran movimiento que insiste en volver la mirada al pasado y reescribir la historia de los pueblos en función de pruebas contundentes que así lo confirmen. Pero a sucedido, que en función de la educación y formación académica recibida, los investigadores muchas veces, yo diría demasiadas, no han podido ser lo suficientemente libres para pensar afuera de la caja con la que fueron educados.
Ustedes se preguntarán por qué intento hacer una introducción tan singular. Ello responde a la necesidad de insistir en mi posibilidad de sentar posición en lo que se refiere a palabras y expresiones como "colonización", "apartehid", "discriminación", "limpieza étnica" y demás, con las que se quiere encuadrar la postura del Estado de Israel ante la cruel y salvaje agresión inicial de Hamás del 7 de octubre de 2023. Alguien dijo que no siempre los acontecimientos del pasado deben seguir marcando procedimientos del presente: puede ser cierto para algunas cuestiones, pero no para otras. Lo que no se puede decir es que el pasado no marca el presente.
Es ahí adonde es imposible negar la pertenencia de los judíos a las actuales tierras de Israel. Las historias de la Biblia, sus referencias, son comprobadas día a día en el terreno con hallazgos arqueológicos que lo demuestran. Las expulsiones así como los éxodos a través de la historia en múltiples ocasiones están comprobados. El discurso que se ve en las redes sociales, en donde afines o partidarios a la causa de los árabes de la Franja de Gaza y de otros territorios siguen sosteniendo que la creación del Estado de Israel en 1948 fue "un acto de colonización artificial", tratan de imponer un relato falso y quieren reescribir la historia sin pruebas, solo con especulaciones y sin fundamentos que validen lo expresado.
Todas mis aseveraciones se basan en historia escrita y restos arqueológicos que lo aseveran. Los árabes musulmanes son originarios, como su definición lo dice, de la península arábiga, y se constituyeron como grupo diferenciado en el Medio Oriente aproximadamente recién hacia el año 600 de nuestra era (es decir después de Cristo). En cambio, la historia escrita y la arqueológica -importante prueba testimonial- de los judíos en estas tierras se remonta a más de mil quinientos años antes de Cristo. ¡Hagan ustedes la cuenta: la friolera de tres mil a cuatro mil años, ni más ni menos!
De acuerdo a Wikipedia, por citar una fuente que se puede tomar de ejemplo, el islam llegó a Medio Oriente en el año 660. Entonces ...¿se trata de invasión y conquista, dominio y expulsión de los que allí habitaban? La zona había sido denominada por los romanos "Palestina", mucho antes que el islam llegara. Herodoto nombraba a esta región como "Palestina" unos quinientos años antes de la era común (es decir más de dos mil quinientos años). ¡Los tatarabuelos de Mahoma no habían nacido! ¿De qué tierra histórica hablan los árabes? El relato árabe es apócrifo, aunque nadie niega que con el tiempo se fueron estableciendo poblaciones sobre todo después de la conquista del islam.
A los detallado anteriormente agrego otra convalidación histórica: recientemente la Universidad Alemana de Groninga declaró que a través de evaluaciones de radio carbono 14 y 30, sumándole un sistema analítico de última generación, se ha determinado que parte de los famosos "Manuscritos del Mar Muerto" fueron escritos en el siglo IV antes de Cristo en hebreo antiguo (arameo y herodiano), con una fiabilidad de más o menos treinta años. Son pruebas concretas, científicas de quien estaba en estas tierras hace casi dos mil quinientos años.
Estamos en guerra en la Franja de Gaza con Hamás y también con los otros socios de Irán. Hasta ahora el ejército israelí controla el 40 por ciento del enclave gazatí, pero el objetivo es lograr el control del 75 por ciento para poder comenzar la etapa de reorganización y reconstrucción. En Israel, una parte de la coalición en el gobierno promueve una ley que obliga a los religiosos a participar activamente en el ejército: la parte más ortodoxa está en desacuerdo, ya que quieren una ley blanda que no los obligue. Y es por eso que anuncian que saldrán del gobierno. Si es así sumaremos a la guerra un proceso pre-electoral: sobre llovido mojado.
(*) Santafesino radicado en Israel desde 2002.
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